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23.9.08

Anorexia Educativa
Dr. Orion Aramayo


El término anorexia proviene del griego a-/an- (negación) + orégo (tender, apetecer). Es un síntoma frecuente en multitud de enfermedades y situaciones fisiológicas consistente en la disminución del apetito, lo que puede conducir a una disminución de la ingesta de alimentos.

Este síntoma, cuando es un trastorno sicológico, tiene el agravante que los que lo padecen se ven y sienten obesos, sobre alimentados, a pesar que todo su entorno les dice y manifiestan lo contrario y a pesar de que sus seres más queridos les dicen que están enfermos. Los que la padecen asumen una posición autodestructiva. Esto lo hacen según ellos para verse bien, encontrándose destruida la posibilidad de verse a sí mismos de manera racional.

Bueno, si anorexia es la negación de apetecer, en nuestra universidad, nuestros alumnos (no todos) están padeciendo de Anorexia Educativa.

Los alumnos que llegan a nuestra universidad vienen de la educación básica y media con vacios y deficiencias enormes. Esto lo podemos ver al hacerles una evaluación dentro del Programa de Iniciación a la Vida Universitaria (PIVU) donde los resultados indican que los alumnos de 1° año tienen en promedio comprensión y expresión escrita equivalente a un niño de 6° básico (11-12 años).

Pero ¿Qué queremos?

Queremos en 6 años de universidad recuperar los 7 faltantes de educación mínima, formar a una buena persona y lograr un excelente profesional… nuestro objetivo y por el cual me he venido a la UC Temuco es llegar a ser una de las 10 mejores universidades de Chile.

No sé si todos los profesores están en esta posición, o si todos están conscientes del esfuerzo y sacrificio que conlleva esta alternativa. Tampoco estoy seguro que los alumnos entiendan la brecha que los separa de ser profesionales… excelentes profesionales, de la gran oportunidad que significa estar en la universidad y el desafío que han asumido, consciente o inconscientemente, los profesores, pero tengo claro que nadie ha sido traído con engaño ni existe falsa propaganda, ni hemos dicho que tenemos infraestructura que no teníamos, ni hemos abultado los curriculum de los profesores, ni los costos que nuestro esfuerzo tiene… no hemos mentido en nada en relación a lo que ofrecemos, pues somos lo que somos y desde lo que somos estamos dispuestos a romper las más importantes barreras: la pobreza, la injusticia social y la educación superior de calidad para los que la merecen no importando su origen social, cultural ni mucho menos racial.

Pero, ¿es posible lograr este objetivo?. Estoy convencido que podemos formar personas y profesionales que compitan de igual a igual con los egresados y titulados de las principales universidades de Chile… tengo la más profunda convicción.

¿Saben como parte la planificación tradicional?

La planificación tradicional, parte con un diagnóstico, ¿se imaginan que nosotros partiéramos planificando así?

Lo que proponemos es iniciar la planificación desde lo que se quiere, desde lo que deseamos. La pregunta es: ¿Queremos realmente nivelar los déficit, ser excelentes personas, excelentes profesionales?, ¿Lo deseamos realmente?, sólo una vez definido eso, podemos iniciar el diagnóstico para ver cuánto es lo que realmente nos falta para conseguir lo que queremos. Pero a ojo de buen constructor les puedo adelantar que se necesita estudiar y trabajar hasta tarde cada día, se necesitan los fines de semana, se necesitan las vacaciones de invierno y también el mes de enero. Es decir… sacrificio.

Es por esto que el sufrir de Anorexia Educativa, yendo a paros y haciendo tomas, es un golpe duro a la posibilidad de conseguir el objetivo declarado, cada hora cuenta (en una hora se pueden leer de 30 a 50 páginas de un libro), cada clase (hay ramos que tenemos 80% de reprobación, aún cuando no faltan a ninguna clase… se imaginan si se falta no solo a una, sino que a varias!), cada semana (este nivel temporal ya empieza a doler)…

Todavía no sé si quieren llegar a ser excelentes profesionales, pero lo que sí sé, es que vienen con mala "alimentación intelectual", en algunos casos francamente desnutridos, por lo cual no se puede faltar a ninguna de las instancias de alimentación.

¿Qué hacer?

Ante esta situación tenemos 2 posibilidades

  1. Aceptar el desafío por que creemos que entre los jóvenes que llegan a la UCT existen talentos opacados por las condiciones sociales injustas en que nació y se desarrolló, o
  2. derechamente dedicarnos a otra cosa (no formar profesionales, sino técnicos), o a formar profesionales en otra universidad con otro tipo de alumnos.
Los invito a la primera opción, porque estoy convencido que Chile no tiene ninguna posibilidad de desarrollo, DESARROLLO en mayúsculas, a largo plazo, si es condición necesaria para el éxito profesional tener "buena presencia", tener ciertos apellidos, vivir en ciertas comunas (Santiago), haber estudiado en determinado colegio, etc. Solo tendremos un desarrollo sostenible si incorporamos todo el talento existente y que los mejores ocupen los puestos que se merecen.

A cada quien según su capacidad y a cada quien según su necesidad.

Los profesores deberíamos ser los nutricionistas que ayudemos a los con déficit alimentario-educacional, a los anoréxicos y a los desnutridos "educacionales".

¿Pero qué está pasando en la UCT, que está pasando con nuestros estudiantes?

Estuvieron en paro, incluso toma. Se organizaron en asambleas. En la Facultad de Ingeniería hay 650 alumnos y entiendo que en la asamblea más concurrida asistieron 200 personas (30,78%). Si el 80% de esa asamblea, es decir 160 alumnos hubiera estado de acuerdo con el paro o las movilizaciones, tendríamos que solo el 24,6% de los alumnos de la facultad decidieron por el resto (¿?).

Esto se puede extrapolar a la universidad la cual tiene 5.400 alumnos, y en la última asamblea general que se realizo inmediatamente después de recibir la respuesta de la UCT a sus petitorios, y en la que inmediatamente después de leída la respuesta se decidió la "toma" no participaron más de 150 alumnos, es decir el 2,7% de toda la universidad.

Pero volvamos al paro y su origen. Se fueron a paro por un petitorio sin haber siquiera preguntado a las autoridades si se podía o no cumplir con ellos. En el caso del petitorio de la Facultad de Ingeniería el único punto que no podíamos resolver era el tema de la locomoción al Campus Norte (la UCT no tiene el giro de transporte). Es decir se fueron a paro sin saber si era necesaria esa medida de fuerza, por lo que solo me queda suponer que el paro era de origen político y que los petitorios sólo se usaron como excusa. Entonces, cuales son los temas nacionales vinculados a la educación que están detrás del movimiento: la derogación de la LOCE, la modificación de la LGE, y el sistema de financiamiento universitario, ¿cuantos de nuestros alumnos saben esto o de esto?, ¿Cuántos saben que sus petitorios están prácticamente solucionados?, pero lo más importante ¿saben ellos el gran daño que se están produciendo, al faltar a clases?

Hay problemas de nutrición "educativa", pagan o se endeudan para recibir nutrición "educativa" y protestan negándose a nutrirse (pero pagando religiosamente la mensualidad). Perdón, pero aquí necesito que alguien que haya adherido al paro me explique la racionalidad de esta medida… definitivamente no la puedo entender. Desde ya les comento que a la Universidad, Facultad y Académicos no nos presiona en nada los paros, ya que los sueldos, los insumos y el financiamiento de la operación diaria no se ve afectado (justamente por que pagan religiosamente). Lo único que se ve afectado es el muy difícil proyecto común que tenemos entre manos.

Entonces tenemos alumnos anoréxicos "intelectualmente" que al mirarse al espejo ven a un joven bien nutrido quizás excesivamente nutrido, por lo cual cuando les entregamos conocimiento no lo digieren y lo devuelven o no lo reciben (paro), o no dejan que otros lo reciban (toma), pero tampoco reciben lo que pedían (Derogación de la LOCE, Revisión de la LGE, cambio del sistema de financiamiento de la Educación Superior). Pero aún si consiguieran algo de aquello ¿vale la pena conseguirlo hipotecando su único capital, su formación profesional?.

¿No hay otra forma de conseguir lo que se quiere?

La invitación a la comunidad de la Facultad de Ingeniería es: que los profesores asuman como misión formar excelentes personas y excelentes profesionales. No es el trabajo de hacer unas determinadas clases en un determinado horario, si no que es una "Obra", que sólo termina cuando se a logrado el fin que se buscaba. Uno no habla del trabajo del Padre Hurtado, sino que de la "Obra del Padre Hurtado"… porque no había diferencia entre su vida y su trabajo, ya que su trabajo era su vida. La invitación a los profesores es que no hablemos del trabajo en la UCT sino que de la Obra que estamos haciendo, que no es otra que formar profesionales de clase mundial, rompiendo una de las principales barreras para superar la pobreza, la educación.

A los alumnos: estar atentos al devenir histórico y a la actualidad, estar dispuestos a exigir por mejorar la calidad de nuestra Universidad, para que los eduquen (del latín: êducô, âs, âre, sacar lo mejor desde adentro del alumno), los instruyan (del latín: înstruôere, construir capacidades dentro del alumno) y les enseñen (del latín: êdoceô, ês, êre, dejar a los alumnos en la senda correcta), pero estar siempre dispuestos a dar lo mejor de sí, estudiando para los exámenes, preocupándose de cómo aprender a estudiar para mejorar el rendimiento, esforzándose por recuperar los años de déficit, creciendo como persona la cual reconoce sus raíces, se vincula a la sociedad y se prepara para tener las herramientas necesarias para transformarla.